Masacre de cuatro menores indígenas de la comunidad Murui, en el Resguardo Puerto Sábalo - Los Monos - Los Estrechos, zona rural del municipio de Solano, a manos de las disidencias de la Carolina Ramírez, generó la suspensión del cese al fuego con este grupo ilegal en Caquetá y otros tres departamentos.

Los jóvenes habían huido de las filas insurgentes luego de ser reclutados desde el pasado 26 de marzo y tras ser hallados fueron asesinados delante de la comunidad aborigen el pasado 16 de mayo, mientras esperaban un traslado hacía el Araracuara, de donde partirían para Bogotá.

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Carlos Garay Martínez, secretario técnico de la comisión de derechos humanos de los pueblos indígenas, dijo que los menores asesinados tenían edades entre los 14 y 16 años. Uno de ellos fue sepultado en el cabildo indígena Guaquira, en territorio del departamento de Putumayo.

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